Título completo: Variaciones, desigualdades, grado de uso inapropiado y costes evitables de pruebas por imagen en el diagnóstico y seguimiento de los pacientes con ictus en Canarias.
Autores: Valcárcel Nazco C, Serrano Aguilar P, Ramos-Goñi JM, Montón Álvarez F, Expósito Santana B, Cuellar Pompa L, Sabatel Hernández R, Pastor Santoveña MS, López Fernández JC.
Persona de contacto: Cristina Valcárcel Nazco (cristina.valcarcelnazco@sescs.es)
Resumen
Introducción:
El ictus definido como un síndrome clínico de origen vascular, caracterizado por el desarrollo rápido de signos de afección focal o global de algunas funciones cerebrales, tiene un gran impacto en nuestra sociedad. Su gran repercusión tanto en el ámbito familiar como en el campo laboral y profesional hace que este proceso produzca un elevado gasto económico en los servicios sanitarios y una carga para la sociedad en general debido a la pérdida de productividad generada. El ictus es una urgencia neurológica que requiere una actuación adecuada en las primeras horas con el objeto de salvar tejido cerebral. Las técnicas de imagen son esenciales para el correcto diagnóstico y la planificación terapéutica. Las guías para el manejo clínico del ictus agudo recomiendan el uso de TAC o resonancia nuclear magnética (RM) para todos los pacientes; disponiéndose de diferentes estudios en los que se compara el rendimiento diagnóstico de ambos procedimientos. Conseguir que la asistencia sanitaria en ictus sea más eficaz, incrementar estándares y plantearse retos de mejora, no solo supone mejores perspectivas en el pronóstico de los pacientes sino que puede contribuir al uso apropiado de los recursos mejorando los procesos dentro de los servicios sanitarios.
Objetivo:
Determinar las posibles variaciones y desigualdades en el acceso y en la realización de las pruebas diagnósticas por imagen de los pacientes con Ictus, así como determinar el grado de uso inapropiado de las pruebas de imagen y los consecuentes costes evitables en hospitales de la Comunidad Autónoma de Canarias.
Métodos:
1.Para evaluar las posibles variaciones y desigualdades en el acceso a pruebas de imagen de pacientes con ictus, se siguieron los siguiente pasos:
• Extracción de datos procedentes del CMBD sobre pacientes ingresados durante el periodo 2005-2010 con diagnóstico principal de ictus establecido o AIT en hospitales de la Comunidad Autónoma de Canarias.
• Descripción de la tendencia en el uso de las pruebas radiológicas más frecuentes en el diagnóstico y manejo clínico del ictus, RM y TAC a lo largo de los años.
• Análisis de las desigualdades en el acceso a pruebas de imagen mediante modelos de regresión logística.
2.Para determinar el volumen de las pruebas de imagen que no están respaldadas por suficientes estudios científicos de efectividad (uso inapropiado), y la posible magnitud de los costes evitables, se siguieron las siguientes etapas:
• Extracción de datos a partir de las bases de datos de uso rutinario hospitalario de pacientes ingresados durante el año 2010 con diagnóstico principal de ictus establecido o AIT en donde se extrajo la información relativa al tipo de pruebas de imagen realizadas así como la fecha y hora de realización de dichas pruebas.
• Búsqueda y selección de las guías de práctica clínica (GPC) más actualizadas y científicamente más válidas sobre la efectividad y seguridad de las diferentes pruebas de neuroimagen para el diagnóstico y manejo clínico del ictus en bases de datos electrónicas.
• Evaluación de la calidad de las GPC identificadas por medio del instrumento AGREE.
• Clasificación de aquellas pruebas de imagen consideradas como inapropiadas.
• Estimación de costes sanitarios directos evitables atribuibles a pruebas de neuroimagen clasificadas como inapropiadas.
Resultados:
Los resultados reflejaron que, para los pacientes con ictus establecido, con un mayor índice de comorbilidad de Charlson y con menor edad, aumenta la probabilidad de recibir una RM. Por el contrario, los factores que disminuyen la probabilidad de acceder a esta prueba de imagen son características como ser hombre o tener realizado un TAC con anterioridad. Para los pacientes con AIT, la edad es el único factor determinante a la hora de acceder a una RM, observándose que a menor edad, mayor probabilidad de acceder a la RM. En cuanto a las variaciones en la utilización de RM y TAC a lo largo de los años, los resultados reflejaron un ligero aumento en la utilización de RM en los últimos años, tanto para los pacientes con ictus establecido como para los pacientes con AIT, además de un aumento, aunque en menor cuantía, en la utilización del TAC. Aunque con algunos picos de variación, este comportamiento fue similar en los cuatro hospitales de referencia de la Comunidad Autónoma de Canarias. En cuanto a los resultados sobre el uso inapropiado y los costes evitables en pruebas de imagen, se obtuvo un coste evitable del 0,27% del gasto total estimado que generan los pacientes con ictus en pruebas de imagen en los hospitales participantes.
Conclusiones:
De acuerdo con las GPC, a todos los pacientes que sufren un ictus, ya sea establecido o transitorio, se les debe realizar una prueba de imagen cerebral. No están claras las ventajas de la RM frente al TAC o viceversa a la hora de diagnosticar un ictus. Por lo que las variaciones en la utilización de ambas pruebas son notables. Sin embargo, en un escenario conservador, apenas el 0,3% del gasto total atribuible a pruebas de neuroimagen en pacientes con ictus, podría evitarse.